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El trabajo en lengua de señas uruguaya para el proyecto “Alba”

Intérpretes en lengua se señas uruguaya detallaron su trabajo con los testimonios que forman el proyecto “Alba” – audioguía de las memorias -.

La exposición de placas sobre el proyecto “Alba” estuvo instalada en el Centro de Exposiciones SUBTE hasta el sábado 26 de agosto. En ese marco, el miércoles 23, Jimena Rodríguez, Fiorela Sosa y Marta Centurión, tres de las siete intérpretes en lengua de señas uruguaya que integran dicho proyecto, contaron cómo fue el proceso de trabajo para interpretar los 25 audios que forman los dos primeros recorridos de la audioguía: memoria militante y memoria recluida.

Si bien algunas integrantes del equipo ya conocían el tono de las historias con las cuales iban a trabajar, para otras fue el primer contacto directo con este tipo de testimonio, vinculado a las más crudas tragedias durante el terrorismo de Estado. Una primera etapa fue de profunda escucha de las narraciones, para entenderlas e incorporarlas. Luego, complementaron con investigación personal que habilitara la interpretación en LSU, a través de consulta a familiares, militantes, colegas y personas sordas. Al respecto, muchos términos utilizados en los testimonios, tuvieron sentido en un contexto histórico o refieren a un lunfardo asociado a la cárcel y/o la militancia política, por lo tanto, las intérpretes debieron afinar sus mecanismos para poder comunicar de la mejor manera la información. Según contaron, para muchas personas sordas, el proyecto Alba les permitió llegar por primera vez, a través de la herramienta del testimonio directo, a hechos ocurridos durante el terrorismo de Estado.

La tarea de las intérpretes no está exenta de emociones. Cada tratamiento de cada texto, les implicó afrontar sus propias reacciones sensibles ante lo que detallaban las historias. Una vez que encontraban el equilibrio, siempre pensando en que el objetivo es comunicar, se disponían a grabar el video que estuviesen trabajando. Para ellas, es un ejercicio que mezcla responsabilidad, frialdad y sensibilidad. Siempre recuerdan un hecho puntual, durante uno de los recorridos por la memoria que también forman parte del proyecto “Alba” y cuentan con interpretación in situ. En el local del Instituto de Enseñanza de la Construcción (IEC), ubicado en la esquina de Arenal Grande y Eduardo Víctor Haedo, fue asesinado el estudiante Heber Nieto, en julio de 1971. Cuando el recorrido frenó en esa esquina y se comenzó a narrar el hecho, un asistente a la actividad tomó la palabra y detalló cómo, años después, el militar José Nino Gavazzo había castrado al militante político Roberto Gomensoro –luego asesinado- bajo detención. Al lado del quien contaba esta historia, en la vereda del IEC, estaba Jimena, haciendo la interpretación del aberrante hecho, en tiempo real y con una responsabilidad emocional admirable.

Los videos con las interpretaciones, realizados para el proyecto “Alba”, pueden verse en la web del proyecto y en el canal de youtube del Municipio